jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Has sufrido mobbing al conducir?

Por suerte o por desgracia, tengo que utilizar el coche todos los días. Normalmente, conduzco por ciudad, pero, por motivos personales o profesionales, tengo que hacer desplazamientos de 150 km. ida y vuelta. Todo hay que decirlo, mi forma de conducir varía si voy sola o acompañada. Si hay alguien conmigo, suelo ser más conservadora; si voy sola, arriesgo un poco más y puedo ir un poco más rápido... Eso sí, siempre con la prudencia en mente.

Un día, por asuntos laborales, estaba conduciendo tan tranquila, cuando, al adelantar a otro coche que iba más lento, el que venía por detrás, se me pegó a la parte de atrás del coche. Se ve que tenía prisa y tenía que hostigar a los demás para llegar él a tiempo. La situación hizo que me pusiera el pulso a cien y, en cuanto pude, me aparté a la derecha. Al final salió por la siguiente salida de la autopista.



El coche estaba rotulado y se me ocurrió llamar a la empresa cuando me había adelantado... ¿Cómo se me ocurrió? No lo sé, supongo que tenía que hacer algo con los nervios que me había causado... Además de acordarme que, en Estados Unidos había visto un camión rotulado en el que ponía: "Repórtame si conduzco mal. Teléfono: 555...". Me imagino que la pregunta que tienen ahora es: ¿Qué les dijiste? ¿Cómo reaccionaron? Pues me atendió una chica que, en un principio, se asombró. Luego, cuando le expliqué la situación, me pidió la matrícula del coche y simpatizó conmigo. Me comentó que tomaría cartas en el asunto. No sé si lo hizo, pero me sentí mejor al desahogarme.

Hace algo más de un mes, volviendo del sur de Tenerife con mi hija y mi perra, tuve una situación parecida. Parecida, porque el conductor (temo decir que, la mayoría de las veces, son hombres) se me pegó a mi coche peligrosamente. Me puso el intermitente de la izquierda, como diciendo que estaba detrás y que quería adelantarme. Ojalá hubiera podido ponerme a la derecha, pero la vía estaba llena de coches, tanto a la derecha, como delante: no iba a conseguir nada adelantándome. Siguió con su actitud y decidí tomar cartas en el asunto: al no estar rotulado, mi opción era llamar a la Guardia Civil. Gracias al manos libres, mientras se estaba produciendo el "ataque", les llamé. Me atendieron y me recomendaron que fuera a un puesto de la Guardia Civil para reportar la mala conducta. Cuando el conductor me adelantó, me hizo señas de que me iba a dar una paliza. Me lo pensé, porque una vez me pasó lo mismo por la autopista del norte, llamé y me sugirieron que me presentara en la Guardia Civil y no lo hice.

Esta vez decidí hacerlo. Tardé un poco más en llegar a casa, pero me sentí mejor al hacerlo. Allí me apoyaron la iniciativa y me incitaron a hacerlo cada vez que me pasara. Les pregunté qué pasaría: si me iban a llamar a declarar, qué pasaría con él, si él sabría quién era yo... Me comentaron que, según lo que yo haya puesto, pueden ponerle directamente una multa por mala conducta y, en el peor de los casos, iríamos a juicio.  

Valió la pena, porque no voy a dejar que me pase más... No dejes que salgan impunes.